El primer realizador de cortometrajes en euskera vizcaíno. Nacido en Bilbao en 1923,ha muerto esta noche el 11 de junio de 2012.
Gotzon Elortza vivía en la década de los 60 en París, acompañado de su esposa en un momento difícil para la libertad, Euskadi y el euskera.
El vecino getxotarra siempre fue consciente del poder de la imagen y de los medios audiovisuales, por lo que optó por luchar por la pervivencia de la lengua vasca a través de una serie de documentales que realizó atravesando la frontera en numerosas ocasiones para filmar un sinfín de escenas y personajes.
Entre sus trabajos destaca "Ereagatik Matxitxakora" (1959), "Aberria (Erria)" (1961), "Avignon" (1963) y "Elburua Gernika" (1962.
Durante el exilio obligado por la guerra civil,
trabaja como delineante en París. En esta ciudad toma conciencia de la
necesidad del uso de los medios audiovisuales para evitar la
desaparición del euskara, seriamente amenazado de extinción en aquellos
años. Convencido de que en pocos años esta lengua podía desaparecer,
realiza varios documentales, siendo el primer vasco que después de la
guerra civil se plantea el uso de la lengua en el cine como medio de
concienciación y lucha para frenar el retroceso que en su uso se estaba
produciendo.
Consciente de que toda lengua minoritaria que no tenga apoyo audiovisual es una lengua muerta, realiza cuatro documentales donde, además de demostrar la utilidad del euskara como expresión cultural, da a conocer diferentes zonas de Euskal Herria. Sus películas se llegaron a proyectar en París, alguna de ellas en presencia de diversos miembros del Gobierno Vasco en el exilio, ocasiones que aprovecha para mentalizar a los dirigentes políticos de que se puede realizar un trabajo audiovisual en euskara. Sus películas también llegaron a exhibirse en el País Vasco aunque siempre con muchas dificultades y en canales alternativos.
Gotzon Elortza vivía en la década de los 60 en París, acompañado de su esposa en un momento difícil para la libertad, Euskadi y el euskera.
El vecino getxotarra siempre fue consciente del poder de la imagen y de los medios audiovisuales, por lo que optó por luchar por la pervivencia de la lengua vasca a través de una serie de documentales que realizó atravesando la frontera en numerosas ocasiones para filmar un sinfín de escenas y personajes.
Entre sus trabajos destaca "Ereagatik Matxitxakora" (1959), "Aberria (Erria)" (1961), "Avignon" (1963) y "Elburua Gernika" (1962.
Consciente de que toda lengua minoritaria que no tenga apoyo audiovisual es una lengua muerta, realiza cuatro documentales donde, además de demostrar la utilidad del euskara como expresión cultural, da a conocer diferentes zonas de Euskal Herria. Sus películas se llegaron a proyectar en París, alguna de ellas en presencia de diversos miembros del Gobierno Vasco en el exilio, ocasiones que aprovecha para mentalizar a los dirigentes políticos de que se puede realizar un trabajo audiovisual en euskara. Sus películas también llegaron a exhibirse en el País Vasco aunque siempre con muchas dificultades y en canales alternativos.
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